Detrás de esta placa se encontró la arqueta de plata. |
Nuestro personaje arribó a Veracruz en 1716 y fue el primer virrey
soltero que estos reinos tuvieron, sin embargo la edad no le permitía
ser un "Don Juan" con las señoritas de la corte puesto que nuestro
virrey contaba ya los 58 años.
Durante su gobierno, el Marqués de Valera colonizó y afianzó los
establecimientos en Texas, hizo alianzas con los indígenas de la Florida
y repelió las invasiones francesas al territorio de Penzacola y de la
isla Española.
El seminario se clausuró en 1935 y esta imagen tan venerada fue trasladada a la Catedral. Desde entonces, miles de visitantes sienten curiosidad y admiración por esta escultura.
Hay varias leyendas en torno a esta pieza que hoy preside el Altar del Perdón, aquí te cuento las tres más habituales:
Su gobierno también se vio marcado por un gran aprecio a los indígenas que constituían mucho más del 80 por ciento de la población. Una de las obras que le debemos a este gran hombre es la construcción del el primer convento con acceso a mujeres indígenas, pero no a las llamadas “indias comunes”, sino a las hijas de caciques ya educadas en la lengua castellana y en habilidades como coser, tocar algún instrumento, cantar, y que además debían poseer una dote. Dado que la leyenda no es enemiga del amor y tiende a revestir de este sentimiendo muchas historias, ha llegado hasta nuestros días una historia harto conmovedora.
Se dice que el virrey, siendo un
hombre muy devoto asistía con regularidad a misa en la Catedral de la
ciudad, a pesar de sus ya muchos años el amor le flechó con un ardor que
no pudo ignorar, sin embargo al poco tiempo se enteró de que aquella que
era el ardiente objeto de sus pasiones, abrazaría el claustro dentro de poco.
El virrey Don Baltasar en sus años mozos. |
El arquitecto, cuyo arte ya nos había dado la Basílica de Guadalupe y el
Palacio de la Inquisición, es decir, Don Pedro de Arrieta; fue encomendado a la tarea de edificar el convento, obra que tardaría ocho meses en concluirse.
Finalmente nuestro virrey tuvo que partir nuevamente a Madrid a rendir
cuentas de su gobierno a su Magestad. Lamentablemente, ya en la metrópoli, enfermó de gravedad y
murió al poco tiempo, sin embargo en su testamento especificó su deseo de que
su corazón fuese enviado a la Nueva España y sepultado en el
Presbiterio de aquel convento que con tanto amor mandó a edificar.
Se dice (no lo aseguro pues no la he visto ) que por fuera, la arqueta
reza en latín "donde esté tu corazón estará tu tesoro" no se sabe si se
habrá querido referir a su obra más pía o a Sor Marcela del Divino Amor,
aquella quien apesar de haber amado nunca pudo ni siquiera besar.
Aspecto del interior del hoy desnudo templo en la época que ocupa a nuestra historia |
Ubicación exacta de la placa detrás de la cual se encontró la preciosa arqueta con su romántico contenido. |
Maravillosa historia, este corazón me recuerda al que se ubica en el coro del ex-convento de Sta. Mónica en Puebla (hoy Museo de Arte Religioso), aunque en ese caso se trata del de un obispo, no de un virrey. ¡Muchas gracias por la publicación!
ResponderEliminarExcelente historia, Gracias.
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