Vista frontal de la capilla del siglo XVIII que alberga un hermoso retablo dedicado a la Virgen de Guadalupe. |
Mitológicamente hablando, los orígenes de este manantial están manchados de sangre y venganza:
Durante la gran peregrinación de los aztecas Malinalxóchitl, la hermana hechicera del dios Huitzilopochtli, se recreaba ejerciendo su poder sobrenatural sobre los demás miembros de la peregrinación obligándolos a actuar en contra de su voluntad y la moral a través de sus artes obscuras. Los aztecas, cansados de las injurias provocadas por la hechicera decidieron en secreto abandonarla y continuar la búsqueda del lugar prometido para establecerse sin la perjudicial presencia de la bruja Malinalxóchitl.
Una noche, mientras la hechicera dormía profundamente junto a aquellos que la seguían y procuraban, los demás tomaron sus pertenencias y continuaron la marcha en la obscuridad. Al día siguiente, al despertar Malinalxóchitl y darse cuenta de la afrenta de los aztecas juró a los cielos que se vengaría y arruinaría a cada uno y su descendencia.
En su vagar sin rumbo un día llegó junto con su séquito a Malinalco, lugar fértil y próspero cuyo rey cayó velozmente rendido ante sus obscuras artes seductoras, el rey la tomó por esposa y al poco tiempo tuvieron un hijo, Cópil y a él transmitió su odio por los aztecas y lo crió para ser un valiente y fuerte guerrero, cuyo único objetivo era la ruina de aquellos que abandonaron a su madre; su hijo sería el instrumento de su venganza.
Al cabo de algunos años, Malinalco había forjado un ejército numeroso y sediento de sangre que, bajo la autoridad de Cópil se dirigió al lago de Texcoco donde se sabía que los aztecas habían llegado, aún sin fundar una ciudad.
La guerra fué cruenta y la victoria se inclinaba a uno y otro bando hasta que la batalla final tomó lugar. Cópil, dispuesto a asesinar a su tío Huitzilopochtli peleó con todo su odio en la cima de un cerro en medio del lago de Texcoco sin embargo la fuerza del dios de los aztecas resultó ser superior y de un tajo Huitzilopochtli le cortó la cabeza a su sobrino, el borbotón de sangre que manó del cuello de Cópil no se detuvo y aún más, acrecentaba, agua caliente empezó a brotar debajo del cuerpo decapitado y nunca dejó de manar hasta la fecha. El nombre de este manantial es Acopilco.
Luego de cortarle la cabeza, Huitzilopochtli le arrancó el corazón y lo arrojó a un islote en el lago, ahí donde cayó, años después nacería un nopal sobre cuyas pencas los aztecas verían la señal que su dios les dió para fundar su ciudad capital.
Batalla final entre Huitzilopochtli y Cópil |
A pesar de parecer increíble, aún hoy en día los Baños del Peñón dan servicio. Por $200.00 MXN se tiene acceso a una habitación privada donde se recolecta agua del manantial en una tina de mármol.
Asi te reciben en la estancia donde se toma el baño. |
Análisis de 1962 donde constan los minerares que componen el agua del Peñón. |
La zona, evidentemente ha cambiado muchísimo con el tiempo, como toda la ciudad, sin embargo es definitivamente un lugar que vale la pena conocer, tanto porque en esas aguas se bañaron personajes de la talla de Nezahualcóyotl y Maximiliano como porque es el único manantial termal que queda en la ciudad de México.
Para llegar a los baños, ésta es la dirección: Blvd. Puerto Aéreo 465, Colonia Peñón de los Baños
Teléfono:01 55 5571 2870
La imagen de Huitzilopochtli (nacimiento) pertenece a la batalla en el Coatepec, cuando decapita a Coyolxauhqui.
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